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miércoles, 12 de diciembre de 2012

El sector de comunicaciones


El sector de comunicaciones es un cajón de sastre donde se incluyen empresas de características radicalmente distintas.

La gran empresa del sector es Telefónica. Hace ya tiempo que las acciones de Telefónica dejaron de ser las humildes "matildes" para inversores conservadores deseosos de recibir un decente dividendo incurriendo en el escaso riesgo que suponía invertir en el estable monopolio de la telefonía fija. Hoy, el analista mira a Telefónica como un conjunto de negocios de influencia cambiante. Aunque el tradicional negocio de la telefonía fija sigue siendo la fuente fundamental de ingresos del grupo (50% de los ingresos totales en 1998), la pujanza y complejidad de la telefonía móvil y las inversiones internacionales hacen conveniente una valoración por partes, tal y como vimos en el sector eléctrico. Así, estas dos áreas ofrecen un mayor potencial de crecimiento, pero también un mayor grado de riesgo (como bien puede ilustrar la crisis brasileña de 1998), algo que debe recoger la prima de riesgo que componga el tipo de interés al que descontaremos los flujos futuros. Si el método de análisis escogido es una comparativa de ratios, se deberá hacer la misma consideración. Por ejemplo, en 1999 se está estimando un ratio valor total sobre beneficio antes de intereses, impuestos y amortización de 6 veces para la telefonía fija y de 18 veces para la móvil.

El otro gran componente del sector es el conjunto de empresas concesionarias de autopistas. El elemento diferencial de estas empresas es la total regulación a la que están sujetas, tanto en tarifas como en duración de la concesión. El cálculo de tarifas busca garantizar una rentabilidad atractiva para la inversión, y crecen cada año de acuerdo con la inflación, hasta el final de la concesión. Los cash-flows generados se destinan al coste de mantenimiento, a servir la deuda que financia la construcción de la autopista y al dividendo que recibe el accionista. Este último recibe el flujo de dividendos más el valor total de la autopista cuando venza la concesión.

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