Por definición, préstamo es el contrato en el que una de las partes
(prestamista) entrega activos
físicos, financieros o dinero en efectivo y la otra (prestatario) quien se
compromete a devolverlos en una fecha o fechas determinadas y a pagar intereses
sobre el valor del préstamo. El préstamo es la única alternativa que
existe en el mundo de las inversiones y de la que todas las demás derivan.
Las alternativas más comunes de inversión, generalmente lo constituyen los
distintos tipos de depósito que hacemos en los bancos: cuentas
de ahorro, cuentas corrientes y plazo fijos. El banco reconoce un «interés» por
nuestros depósitos (por el hecho de prestarle nuestro dinero), que los empleará
para «prestárselo» a otras personas, empresas
o gobierno.
El banco intermedia, entonces, entre quienes tienen ahorros y los que necesitan
fondos. El riesgo es la solvencia del banco para devolvernos el dinero
prestado.
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