Aunque
cada vez son más numerosas las aplicaciones ¿didácticas? multimedia que se nos
ofertan desde las grandes editoriales, sin embargo, a poco que las analicemos
salen a la luz numerosas carencias que hacen que estos materiales no estén
preparados para facilitar el acceso a todas las personas.¿Qué características
deberán reunir estos materiales para que puedan ser útiles y accesibles a todas
las personas?¿Cuáles son los aspectos que deben considerarse a la hora de
elaborar materiales curriculares de esta naturaleza? Para iniciar la
planificación y el diseño de cualquier tipo de aplicación educativa multimedia,
en primer lugar, deberíamos plantearnos algunos de los siguientes interrogantes:
·
¿Cuáles
son las finalidades del material didáctico?
·
¿Quiénes
serán sus potenciales destinatarios?
·
¿Qué
contenidos se quieren desarrollar?
Una
vez aclarados y meditados estos, podríamos estar en condiciones de iniciar el
diseño de la aplicación, planteando organigramas, mapas conceptuales o
story-board sobre las que serán sus posibles páginas (pantallas), enlaces y
objetos para la interacción. Revisadas las cuestiones anteriores, se procedería
a la selección, organización y estructuración de los contenidos de la
aplicación. En paralelo, organizaríamos el diseño de las pantallas de
navegación (imágenes, cajas de texto, gráficas, animaciones, palabras sensibles
o hipervínculos...) en función de los bloques temáticos y propósitos definidos
en la fase inicial de planificación. Con relación al diseño de los elementos
interactivos del entorno gráfico, deberíamos tomar siempre como referencia la
creación de iconos que por sí solo nos comuniquen el mensaje sin necesidad de
memorizarlos. Por otra parte, deberían ser diseñados con las mismas
características y tamaños, además de colocarlos, no de manera arbitraria, sino
agrupados en la parte inferior de la pantalla, para facilitar su localización
en todas las pantallas del material y realizar el menor número posible de
movimientos con el ratón. En última instancia, sería interesante que los
diseños de las páginas no tuvieran una excesiva saturación de elementos u
objetos para facilitar la navegación por la aplicación. Por ejemplo, sería una
buena costumbre situar los botones de navegación ("adelante" o
"atrás") de todas las páginas, en el mismo lugar, para que el usuario
se familiarice con ellos y no pierda tiempo en buscarlos. Por otra parte,
cuando los diferentes elementos del material sean compartidos por varias
páginas también deberían ubicarse en el fondo de la pantalla para optimizar los
recursos del sistema. Nuestra intención al realizar esta serie de recomendaciones
y sugerencias no es otra que ayudar a comprender cómo se vienen organizando y
diseñando los materiales multimedia y, con ello, tratar de animar y quitar
aquellos miedos que puedan impedirnos dar el paso que nos conduzca hacia la
continua mejora y desarrollo profesional; aún siendo conscientes de que hay
mucho terreno por investigar y que cada profesional de la educación, podrá
ampliarlos en función a sus posibilidades e intenciones.
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