1. Episódico, que se produce por un hecho en particular (un despido, por ejemplo)
2. Crónico, que se puede presentar cuando la persona se encuentra sometida a las siguientes situaciones:
1. Ambiente laboral inadecuado.
2. Sobrecarga de trabajo.
3. Alteración de ritmos biológicos.
4. Responsabilidades y decisiones muy importantes.
5. Estimulación lenta y monótona.
6. Condiciones laborales inadecuadas.
Por otro lado nos parece interesante destacar una clasificación de los estresores que se basa en si estos son extraorganizacionales o intraorganizacionales.
1. Estresores extraorganizacionales
Los estresores extraorganizacionales son los que se plantean fuera del ámbito de la empresa. Comprenden los factores familiares, políticos, sociales y económicos que inciden sobre el individuo. Si bien estudios recientes sugieren que es mayor la incidencia de los factores estresantes laborales sobre la vida familiar y conyugal, no podemos dejar de mencionar la interrelación existente entre el ámbito laboral y el hogar o la vida de relación social.
La inadecuada interconexión hogar-trabajo genera conflictos psicológicos y fatiga mental, falta de motivación y disminución de la productividad, como así también un deterioro de la relación conyugal y familiar.
Es indudable que los problemas o estresores organizacionales o intraorganizacionales, es decir, los que se presentan dentro del ámbito laboral, inciden en la vida personal del sujeto, provocando dificultades hogareñas, que al aumentar se potencian luego, generando un estrés posterior que se lleva nuevamente al ámbito laboral y genera dificultades en el rendimiento laboral, produciéndose así un círculo vicioso de realimentación mutua.
1. Estresores intraorganizacionales (del ambiente laboral)
Debemos tener muy en cuenta el hecho de que las personas invierten gran parte de su tiempo en su trabajo, encontrando una parte sustancial de su identidad y gratificación personal en sus tareas. Sin embargo, estas consideraciones no siempre son adecuadamente valoradas por las empresas, ni aun por los propios trabajadores.
Creemos que existen estresores que en una situación de equipo se evidencian más que en el trabajo individual pero que el mismo tiempo el trabajo en equipo puede disminuir es grado de estrés producido por ciertos estresores. Así mismo cabe la aclaración que dependerá de la actividad, si bien hay estresores genéricos hay ciertas actividades que por sus caracteristicas exponen a los individuos de manera particular y distinta a otras.
Podemos agrupar los estresores organizacionales en cuatro tipos:
A) Estresores del ambiente físico;
B) Estresores de nivel individual;
C) Estresores de nivel grupal;
D) Estresores organizacionales.
A) Estresores del ambiente físico
Podemos destacar los siguientes
1. Falta de luz o luz muy brillante;
2. Ruido excesivo o intermitente;
3. Vibraciones;
4. Aire contaminado;
5. Alta o baja temperatura;
6. Infraestructura inadecuada
Estos factores requieren una doble adaptación, tanto física como psicológica.
2. Crónico, que se puede presentar cuando la persona se encuentra sometida a las siguientes situaciones:
1. Ambiente laboral inadecuado.
2. Sobrecarga de trabajo.
3. Alteración de ritmos biológicos.
4. Responsabilidades y decisiones muy importantes.
5. Estimulación lenta y monótona.
6. Condiciones laborales inadecuadas.
Por otro lado nos parece interesante destacar una clasificación de los estresores que se basa en si estos son extraorganizacionales o intraorganizacionales.
1. Estresores extraorganizacionales
Los estresores extraorganizacionales son los que se plantean fuera del ámbito de la empresa. Comprenden los factores familiares, políticos, sociales y económicos que inciden sobre el individuo. Si bien estudios recientes sugieren que es mayor la incidencia de los factores estresantes laborales sobre la vida familiar y conyugal, no podemos dejar de mencionar la interrelación existente entre el ámbito laboral y el hogar o la vida de relación social.
La inadecuada interconexión hogar-trabajo genera conflictos psicológicos y fatiga mental, falta de motivación y disminución de la productividad, como así también un deterioro de la relación conyugal y familiar.
Es indudable que los problemas o estresores organizacionales o intraorganizacionales, es decir, los que se presentan dentro del ámbito laboral, inciden en la vida personal del sujeto, provocando dificultades hogareñas, que al aumentar se potencian luego, generando un estrés posterior que se lleva nuevamente al ámbito laboral y genera dificultades en el rendimiento laboral, produciéndose así un círculo vicioso de realimentación mutua.
1. Estresores intraorganizacionales (del ambiente laboral)
Debemos tener muy en cuenta el hecho de que las personas invierten gran parte de su tiempo en su trabajo, encontrando una parte sustancial de su identidad y gratificación personal en sus tareas. Sin embargo, estas consideraciones no siempre son adecuadamente valoradas por las empresas, ni aun por los propios trabajadores.
Creemos que existen estresores que en una situación de equipo se evidencian más que en el trabajo individual pero que el mismo tiempo el trabajo en equipo puede disminuir es grado de estrés producido por ciertos estresores. Así mismo cabe la aclaración que dependerá de la actividad, si bien hay estresores genéricos hay ciertas actividades que por sus caracteristicas exponen a los individuos de manera particular y distinta a otras.
Podemos agrupar los estresores organizacionales en cuatro tipos:
A) Estresores del ambiente físico;
B) Estresores de nivel individual;
C) Estresores de nivel grupal;
D) Estresores organizacionales.
A) Estresores del ambiente físico
Podemos destacar los siguientes
1. Falta de luz o luz muy brillante;
2. Ruido excesivo o intermitente;
3. Vibraciones;
4. Aire contaminado;
5. Alta o baja temperatura;
6. Infraestructura inadecuada
Estos factores requieren una doble adaptación, tanto física como psicológica.
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