En base a los criterios de auditoría para la evaluación de las actividades
claves de la administración, los sistemas y controles aplicados, el auditor
debe proceder a recopilar evidencias para hacer una evaluación preliminar.
La información requerida se relaciona con la existencia y el rendimiento de
los controles claves. El auditor debe preocuparse principalmente por los
controles para garantizar que:
·
Las normas, políticas y
prácticas prescritas están siendo cumplidas;
·
Las necesidades de los
usuarios se están satisfaciendo;
·
Las operaciones se
realizan en forma económica y eficiente;
·
El rendimiento se revisa
en forma periódica; y
·
La elaboración de
informes es adecuada, exacta, completa y oportuna.
En esta etapa, la información recopilada no debe ser de naturaleza
exhaustiva, porque la recopilación en sí de pruebas de auditoria suficiente par
llegar a conclusiones y recomendaciones, constituye parte de la fase de
ejecución de la auditoría.
La evaluación preliminar de la información recopilada trata tanto con los
puntos fuertes como con los puntos débiles. Por ejemplo, dicha evaluación
preliminar deberá cubrir:
·
Los controles que se
juzguen bien diseñados y que parezcan funcionar adecuadamente;
·
Aquellos controles que
no están diseñados adecuadamente ni parecen funcionar en forma apropiada; y
·
Aquellos controles que
serian aconsejables pero que no existen.
La evaluación preliminar realizada por el auditor constituye las bases
para:
·
Determinar qué asuntos
parecen de vital importancia y cuya naturaleza indica que debe informarse sobre
ellos; y Determinar la
naturaleza, el alcance y la exactitud de procedimientos de auditoría
posteriores para reafirmar las hipótesis determinadas para cada asunto que se
considere de vital importancia
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