El sistema Just-in-Time conforma un sistema más amplio
denominado Kaizen, sistema que persiguiendo la mejora continua permite reducir
de manera sistemática y sostenible los niveles tanto de costos como de fallas,
incrementando al mismo tiempo los niveles de productividad y satisfacción al
cliente. Cabe acotar que no todas las empresas occidentales que han implantado
una determinada versión del Just-in-Time, lo han hecho también con el
Kaizen.
Mediante el Just-in-Time puede uno llegar a asustarse
ante la magnitud de su propia “empresa fantasma”; aunque también puede
alegrarse de ello al descubrir un auténtico yacimiento de recursos sin emplear,
todo un potencial movilizable, una maravillosa reserva de competencias de la
empresa. Orientemos de nuevo el destino de todos esos recursos, actualmente
estériles, hacia la producción de valor añadido vendible logrando de tal forma
un rápido mejoramiento en los rendimientos de la empresa.
El Just-in-Time permite una asignación óptima de los
recursos mediante una metodología de trabajo que hace factible los “Seis
Ceros” anteriormente citados (Punto 3):
No hay comentarios:
Publicar un comentario