Al emplear el costo de capital de la
empresa como tasa mínima requerida, implícitamente se está suponiendo que los
proyectos de inversión sujetos a estudio no afectarán al riesgo económico
financiero de la empresa, si los mismos son emprendidos por ésta. Si esto es
así, ha de ser debido a que la empresa ha alcanzado una estructura de activos y
de financiación que va a mantener fija a lo largo del tiempo, afectando
únicamente al costo de capital de la oferta y la demanda de fondos del mercado
de recursos a largo plazo.
Visto conceptualmente el costo de
capital, podemos definirlo como el precio que la empresa ha de pagar por los
fondos empleados de forma que los proveedores de capital vean remunerada
satisfactoriamente su inversión y el nivel de riesgo asociada a la misma.
Para el cálculo del costo de capital
permanente y de cada uno de los componentes (fuentes de financiación) puede
generalizarse el siguiente método:
·
Se puede establecer que en toda obtención de
capital se originan dos corrientes de signo contrario, una representada por los
cobros de las aportaciones de capital en concreto y otra correspondiente a la
remuneración y devolución del mismo a sus propietarios. Entonces, podemos
establecer que el costo efectivo de una fuente de financiación en particular,
nos vendrá dado, en un sentido amplio, por aquella tasa de rendimiento que
origine la siguiente igualdad :
En donde:
Fo
= fondos recibidos por la empresa en el momento de evaluación.
Ct
= salidas de fondos (por pagos de intereses, dividendos, devolución de capital)
en el momento t.
Kf
= costo efectivo de la fuente de financiación; rentabilidad del capital para su
prestador.
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