La
información que proveen los estudios de mercado, técnico, y organizacional para
definir la cuantía de las inversiones de un proyecto debe sistematizarse para
ser incorporada en la proyección del flujo de caja.
Las
inversiones previas a la puesta en marcha del proyecto pueden ser de tres
tipos:
·
activos fijos: que están sujetos a
depreciación, la cual afectará el resultado de la evaluación por su efecto
sobre el cálculo de los impuestos;
·
activos intangibles: son los gastos de
organización, las patentes y licencias, los gastos de puesta en marcha, la
capacitación, las bases de y los sistemas de operación preparativos, estas
inversiones son susceptibles de amortizar y afectarán el flujo de caja
indirectamente, vía impuestos;
·
y capital de trabajo: constituye el conjunto
de recursos necesarios, en forma de activos corrientes, para la operación
normal del proyecto durante un ciclo productivo, para una capacidad y tamaño
determinado.
Para
efectos de evaluación de proyectos, el capital de trabajo inicial constituirá
una parte de las inversiones a largo plazo, ya que forma parte del monto
permanente de los activos necesarios para asegurar la operación del proyecto.
Si
el proyecto considera aumentos en el nivel de operación, pueden requerirse
adiciones al capital de trabajo. En proyectos sensibles a cambios estaciónales
pueden producirse aumentos y disminuciones en distintos períodos,
considerándose estos últimos como recuperación de la inversión.
Además
de las inversiones en capital de trabajo y previas a la puesta en marcha, es
importante proyectar las reinversiones de reemplazo y las nuevas inversiones
para ampliación que se tengan en cuenta.
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