Las
relaciones preferenciales justas con los entonces países socialista, además,
contribuían de forma importante a contrarrestar la pretensión norteamericana de
asfixiar la revolución
cubana y propiciar su regreso al Sistema Capitalista.
Todas
estas condiciones – mercados,
tecnología, capital e integración a las relaciones económicas socialistas y,
por ende, la estabilidad y seguridad que estos ofrecían - se perdieron de forma
brusca y abrupta a principios
de la década del 90, a
la vez que se potencia
y reduce, con la aprobación de la Ley
Torricelli en 1992, la influencia que sobre la economía
cubana ejercía el bloque de Estados
Unidos.
Con
el bloqueo, con los efectos del derrumbe socialista en Europa
Oriental, las dificultades obviamente se multiplicaron y recrudecieron, el país
se vio limitado en forma drástica y repentina a sus propias capacidades y
posibilidades para impulsar su desarrollo; de ahí que el IV Congreso del PCC
celebrado en Octubre de 1991 se trazará la estrategia
de desarrollo economito, la cual fue ratificada y enriquecida por el IV
Congreso del PCC.
Estrategia
orientada a la modificación de las relaciones económicas internas, cuyos
objetivos son asegurar la reinserción del país en la economiza internacional y
las transformaciones en la economía interna cuyo fin ultimo es elevar los
niveles de eficiencia económica, la cual constituye la clave del éxito
de la recuperación de la economía.
Hasta
el año 1994 la economía cubana había caído en un 34.8% aproximadamente, sin
embargo, en este año dicha estrategia empieza a dar sus frutos, pues el PIB
alcanza el 0.7% y ya en 1995 podemos hablar que la economía cubana comienza su
recuperación la cual se ha mantenido en todos estos años.
Específicamente
en la segunda parte de la resolución económica aprobada en el IV Congreso del
PCC en 1997 se plantea:" dada la permanente guerra
económica que los Estados Unidos contra Cuba, la dinámica
y tendencia de los flujos financieros internacional y las fuertes competencias
entre los países desarrollados para su obtención, es relista prever que en la
perspectiva cercana continúen y se acrecienten las actuales restricciones para
el país en cuanto a fuentes de financiamientos internas y a una soluciona
adecuada al problema de la deuda externa,
por lo cual los esfuerzos propios son la pieza clave en todo el diseño
y ejecución de la política económica. La eficiencia es, por tanto, el objetivo
central de la política económica pues constituye una de las mayores
potencialidades con que cuenta el país". 11
Actualmente
elevar la eficiencia es un requisito de primer orden, sin embargo, junto a esta
lucha ardua de por sí, la complejidad e imperativos de las circunstancias de
hoy obligan a ir dando pasos progresivos, paralelos y entrelazados que, a la
vez que contribuyan a mantener el nivel de existencia del país – reduciendo la
ineficiencia que caracteriza el grueso de la economía y, a la par disminuyendo
costo en la parte de estas que tengan condiciones que permitan ir ajustando la
recuperación económica sobre las bases nuevas de acuerdo con las tendencias
internas que posibiliten asegurar ventajas competitivas duraderas y
sostenibles.
Por
lo tanto salir del periodo especial contrarrestar el bloqueo económico y
avanzar en la inserción de la economía mundial se asocia al logro de la
eficiencia económica financiera y energética por lo que representa de gran
importancia conocer su comportamiento
con vista de tomar decisiones que conlleven a incrementar la misma mediante el
uso racional de los recursos materiales y financieros.
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