El
equilibrio financiero está relacionado con las adecuadas proporciones que deben
existir entre las distintas fuentes de financiamiento que una entidad tiene a
su disposición.
Una
política coherente en este sentido explica a su vez la compensación entre el
riesgo y rendimiento, ya que una mayor cantidad de deudas aumenta el riesgo de
no alcanzar las utilidades proyectadas por la empresa, sin embargo, si el
endeudamiento es alta conduce a una tasa de rendimiento mayor, por tanto, el
equilibrio financiero se obtiene cuando se logra un equilibrio entre riesgo y
rendimiento de modo tal que maximizando los resultados de la empresa, con un
nivel de riego aceptable, se compatibilice con su grado de aversión al riesgo.
Existen
factores que influyen de manera decisiva en el equilibrio financiero:
·
El riesgo inherente a la actividad propia de
la empresa aun cuando no usara como fuente de financiamiento las deudas.
·
La posición de la administración de la
empresa en cuanto al ser mas o menos agresivos en sus esfuerzos por obtener
utilidades.
Teniendo
en cuenta lo expresado anteriormente y llevando este análisis al balance
general, se logrará el equilibrio partiendo del establecimiento de una
correlación entre la estructura económica de la empresa y su estructura
financiera.
Podríamos
considerar que una empresa se encuentra en equilibrio financiero cuando los
recursos permanentes (propios y ajenos a largo plazo) financian activos fijos y
los recursos a corto plazo o pasivo circulantes se encuentran materializados en
el activo circulante.
Este
equilibrio podrá presentarse gráficamente de la siguiente forma:
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