La pregunta que se hace Valentín es: "Tiene buena
pinta, sí, pero ¿no habrá subido demasiado ya?"
Ayudemos a Valentín usando lo que hemos aprendido.
Volvamos a la fórmula que utilizamos en el capítulo anterior, V = BPA / {(
r+p ) – ( g +i )} , una fórmula que de momento es dogma de fe, pero que
justificaremos detalladamente en un capítulo posterior. Recordemos que V es el
valor de la bolsa sildava, BPA es el conjunto de beneficios por acción, r es el
tipo de interés a largo plazo, p es una prima de riesgo asociada a la bolsa
sildava, g es el crecimiento esperado en beneficios e i es la inflación.
Sabemos que el PER ("Price Earnings Ratio", el
cociente entre precio y beneficios, P / BPA) es 18. Si el precio de la bolsa
estuviera ajustado a su valor real P = V, o lo que es lo mismo, PER =
V / BPA . Despejando la ecuación, V / BPA = 1 / {( r+p ) – ( g +i )} . O
sea que, si 1 / {( r+p ) – ( g +i )} es superior a 18 , el valor real de la
bolsa sildava estará por encima de su precio actual y merecerá la pena invertir
en ella.
El tipo de interés a largo plazo es actualmente 5% (tir
del bono a diez años). Parece que la estabilidad de Sildavia puede hacer que
tomemos una prima de riesgo similar a la de otras bolsas de economías
desarrolladas. Una hipótesis sensata es asumir un 4%, una prima observada
históricamente. Finalmente, asumamos un crecimiento de beneficios igual al
crecimiento de la economía este año (2%) y la inflación experimentada este año.
Entonces, 1 / {( r+p ) – ( g +i )} = 1 / {( 5% + 4% ) – ( 2% +1.5% )} = 18.2
En principio, el escaso potencial de revalorización
teórico ((18.2 – 18) / 18 = 1 %) no justificaría la inversión de
Valentín. Ahora bien, al hacer nuestros cálculos hemos tenido en cuenta la
fotografía de la economía sildava a día de hoy. Si, por el contrario, tomamos
en cuenta las predicciones del forista de Bescós.com, podríamos asumir un
escenario futuro más optimista, pensando que los tipos a largo pueden irse al
4%, que el crecimiento futuro será del 3% y que la inflación se quedará en un
1%. Con estas nuevas hipótesis, 1 / {( r+p ) – ( g +i )} = 1 / {( 4% + 4% )
– ( 3% +1% )} = 25 , un potencial de revalorización de un 39 % ((25 –
18) / 18), un jugoso retorno para la aventura inversora de Valentín.
Este ha sido un ejemplo muy simple, pero debe haber
servido para dar una idea de la utilidad básica del análisis macroeconómico,
que es la de fijar un marco de referencia general que permita seleccionar
aquellos mercados genéricamente atractivos, a los cuales aplicaremos el potente
foco del análisis microeconómico.
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