El déficit público refleja simplemente la diferencia
entre ingresos y gastos del estado. Si bien no es fácil encontrar la relación
inmediata entre déficits públicos y cotizaciones bursátiles, sí debemos tomar
nota de que:
· El déficit
fiscal se financia con deuda. Un déficit creciente hará que la necesidad
de emitir deuda sea mayor, necesitándose tipos de interés más altos para
colocar la cantidad adicional de bonos. Esto provoca una importante
sensibilidad de los tipos a largo plazo a los datos del déficit público.
· El gasto
público es parte del combustible del crecimiento económico. Es
previsible que un déficit público creciente haga necesarias medidas de
contención fiscal en algún momento, y una de ellas será una disminución no sólo
en gasto sino en inversión pública. Los analistas ajustarán sus previsiones de
crecimiento si perciben un incremento desmedido del déficit público.
·
Los superávits fiscales, por deducción,
tienen un efecto salutífero en los mercados bursátiles, pues reducen los
costes financieros y liberan recursos en la economía productiva. El tremendo
impulso que el superávit fiscal norteamericano ha dado a los mercados de aquel
país al final de la década de los noventa es buena prueba de ello, aunque
también ha mostrado lo efímero de los superávits fiscales con una clase
política que no es famosa por cultivar el ahorro público (debate entre
incrementar los gastos sociales o reducir impuestos personales.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario