Análisis sectorial (I) A medida que hemos desarrollado la
batería de herramientas con las que cuenta el análisis fundamental, nos ha
resultado muy obvia la existencia de grandes diferencias estructurales entre
los distintos tipos de empresa. Estas diferencias no facilitan el análisis
comparativo. Es lógico pues que para cada tipo de empresa los analistas hayan
desarrollado metodologías analíticas específicas. El criterio de segmentación
más lógico es el sectorial, ya que cabe pensar que aquellas empresas que
desarrollan sus actividades en un mismo sector compartirán características
estructurales.
En febrero de 1999, la composición sectorial del IBEX35
era la siguiente:
Bancos
|
34,81%
|
ELÉCTRICAS
|
24,92%
|
CONSTRUCCIÓN
|
4,76%
|
ALIMENTACIÓN
|
2,10%
|
COMUNICACIONES
|
20,04%
|
QUÍMICO
|
6,30%
|
METAL-MECÁNICA
|
1,33%
|
INVERSIÓN
|
1,13%
|
VARIOS
|
4,61%
|
El resultado de este agrupamiento permite explicar por
qué se ha dicho tradicionalmente que la bolsa española es muy sensible al ciclo
de tipos de interés en relación a otros mercados bursátiles: prácticamente un
60% de la capitalización del IBEX corresponde a bancos y eléctricas, dos sectores
cuya valoración depende en gran medida de los tipos de interés.
Vamos a examinar la metodología utilizada habitualmente
para analizar los sectores de mayor especificidad, con el fin de
familiarizarnos con ellos.
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