En
todas las referencias consultadas, el enfoque adoptado es el de considerar el
costo total de la calidad como la suma de todos los costos de calidad, o sea;
los costos de prevención, evaluación, fallas internas y externas.
Al
combinar estos costos aparece la curva clásica del costo de calidad total con
su forma de parábola, dividiéndose en tres zonas que se pueden identificar
según los ratios de los principales tipos de costos. Varios autores Schroeder
[1992], Fawsi [1995], Juran & Gryna [1998], Cantú [2001] analizan este modelo
y los cambios que pueden ocurrir ante las variaciones de las diferentes
categorías de costos.
Por
lo general se puede conocer la zona en la que se encuentra una empresa a partir
de las razones de los costos de calidad que prevalecen en las categorías
principales como sigue a continuación:
Zona
de proyectos de mejoramiento:
Las características sobresalientes son que los costos por fallas constituyen
más del 70% de los costos totales de calidad, mientras que los costos de
prevención son menores que el 10% del total. En tales casos existen
oportunidades para reducir estos costos mediante el mejoramiento de la calidad
de conformidad.
El
enfoque consiste en identificar proyectos de mejoramiento específicos e
intentar lograr las metas para mejorar la calidad de conformidad, reduciendo
así los costos de calidad, en especial los costos de fallas.
Zona
de altos costos de evaluación:
Casi siempre se caracteriza por el hecho de que los costos de evaluación
exceden a los costos de fallas. En tales casos, también hay oportunidades de
reducir costos de las formas siguientes:
§
Comparar el costo de los defectos detectados
con el daño
que causan si no se detectan.
§
Revisar los estándares de calidad para ver si
son realistas en relación con la adecuación para el uso.
§
Analizar si es provechoso reducir la cantidad
de inspección con un muestreo
basado en el conocimiento de la capacidad del proceso y el orden de
fabricación.
§
Ver si es factible evitar la duplicidad de
inspección con una auditoría
de las decisiones.
Zona
de indiferencia:
En esta zona, los costos de fallas significan alrededor de la mitad de los
costos de calidad mientras que los costos de prevención constituyen cerca del
10% de los costos de calidad. En esta zona se ha alcanzado el óptimo en
términos de proyectos de mejoramiento de la calidad, lo cuál vale la pena
seguir pues el mejoramiento continuo siempre es deseable.
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