La
mejor manera de medir las diferencias en los costos de calidad es tomar como
base los porcentajes o en relación con cierta base apropiada. Los costos
totales de calidad, bien sea de la empresa o de un proceso, comparados con un
indicador base, dan como resultado un índice que puede ser graficado y
analizado periódicamente. Lo más adecuado sería tener varias bases y a medida
que vaya tomando experiencia con los reportes mantener solo las más
significativas.
Para
hacer las comparaciones se recomienda las siguientes bases:
§
Porcentaje de fallas internas respecto al
costo total de calidad.
§
Porcentaje de fallas internas respecto al valor
de la producción mercantil.
§
Porcentaje de fallas externas respecto al
costo total de calidad.
§
Porcentaje de fallas externas respecto al
valor de la producción mercantil.
§
Porcentaje del costo total de calidad en el
valor de las ventas.
§
Porcentaje del costo total de calidad en el
valor de la producción mercantil.
§
Porcentaje del costo total de calidad con
respecto al costo total de producción.
Este
análisis comparativo resultaría de gran utilidad
hacerlo para la empresa una vez determinados los costos por cada categoría,
pues ayudaría a invertir proporcionalmente en la dirección más efectiva,
logrando reducir los costos en los aspectos más caros y poco eficientes. Además
si aumenta la calidad se lograrán mayores beneficios y cuota de mercado,
reduciendo de forma global los costos totales de calidad.
Independiente
del análisis hecho con las bases seleccionadas, es necesario también analizar
el comportamiento
en % de cada costo de calidad, respecto a los costos totales de la calidad. En bibliografías consultadas (Harrintong,
[1993]; Fawsi, [1995]; Juran, [1998]; Cuatrecasas,[1999]), se encontró que
los autores definen un rango de comportamiento en % de cada costo de calidad en
relación con los costos totales de calidad, lo cual se representa en la tabla
1.2.
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