Cuando
el sistema ya ha sido corregido y probado gracias a la prueba-piloto, y se han
demostrado los primeros beneficios, es el momento de organizar la implantación
al resto de la empresa; adaptándolo a las características de cada área para que
resulte representativo y útil, facilitándose el proceso de mejoramiento con
miras a reducir los costos operativos.
Es
importante comprender que no es factible que el sistema de costos de calidad
sea implantado con los mismos elementos para todas las áreas funcionales de la
empresa. Cada una debe identificar sus propios elementos con el objetivo de
determinar el costo real por este concepto por lo que la metodología propuesta
hasta este momento, serviría de gran ayuda para su ejecución e implantación en
otras áreas de la empresa.
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