Representan al proceso que evalúa la calidad del control interno en el
tiempo y permite al sistema reaccionar en forma dinámica, cambiando cuando las
circunstancias así lo requieran. Se orienta a la identificación de controles
débiles, insuficientes o innecesarios y, promueve su reforzamiento. El
monitoreo se lleva a cabo de tres formas: (a) durante la realización de
actividades diarias en los distintos niveles de la entidad; (b) de manera
separada por personal que no es el responsable directo de la ejecución de las
actividades, incluidas las de control; y, (c) mediante la combinación de ambas
modalidades.
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