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sábado, 10 de noviembre de 2012

Aplicación del método de descuento de cash flows - IV


Salvedades en la aplicación del método

Si bien el método de descuento de cash flows es, analíticamente hablando, el más elegante de los que examinaremos, no está libre de limitaciones. De hecho, su aparente cientificidad esconde juicios aproximados de variables importantes, tan importantes como para señalar las siguientes salvedades:
Valor residual: En nuestro análisis de Bescoland hemos utilizado proyecciones a tres años en aras de la simplicidad. Normalmente, el analista proyectará las distintas partidas a cinco años vista y, como hemos hecho nosotros, asumirá una tasa de crecimiento constante para calcular el valor residual. Durante esos primeros cinco años de proyección, se nos dará una cantidad de detalles apabullante, que contribuirán a crear la ilusión de que cada variable está perfectamente controlada. El problema es que el gran peso de la valoración está no en los flujos perfectamente calculados de esos cinco años, sino en el valor residual, hallado de manera mucho más aproximativa. En el caso de Bescoland, el valor residual constituye un 86% del valor total. Si bien es cierto que, al haber tomado sólo tres años de proyección, esa proporción es extrema, no es inusual encontrar análisis donde la valoración confía en más de un 60% en el valor residual.
Para Bescoland, tomamos un crecimiento sostenido del 2%, de una manera un tanto arbitraria. He aquí el efecto en la valoración sobre g de distintas hipótesis:
G
1%
2%
3%
4%
VR
5.294
6.207
7.500
9.474
V
6.345
7.258
8.551
10.525
VR/V
83%
85%
88%
90%
  

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