k = r + p
Donde k es la rentabilidad exigida, r es la tasa de
retorno de un instrumento sin riesgo y p es la prima de riesgo. r es fácil de
hallar: basta con tomar la rentabilidad de las letras del Tesoro. El problema
aparece cuando tratamos de cuantificar p.
El primer paso lógico es descomponer la prima de riesgo
de una acción en el componente de riesgo inherente al mercado de renta variable
frente al activo libre de riesgo y en el de riesgo incremental de la empresa en
cuestión respecto al mercado.
El método más intuitivo para hallar el primer componente
es el de la observación de una serie histórica de la diferencia entre la
rentabilidad del mercado de renta variable y las letras del Tesoro. Este
procedimiento presenta dos inconvenientes:
·
La
supuesta prima de riesgo cambia con el tiempo y siempre será arbitraria la
elección del periodo a considerar, la forma de promediar, etc.
·
Las
diferencias se observan a posteriori. Juzgando por la tremenda disparidad entre
las rentabilidades obtenidas por los mercados y las previsiones que sobre esas
mismas rentabilidades tenían los analistas a principios del periodo, es difícil
concluir que la diferencia real refleje la prima de riesgo. Por ejemplo, para
el año 98 se preveía una ganancia del 10% para el IBEX35, cuando la
rentabilidad real fue superior al 35%. Esto nos supondría una prima de riesgo del
30% (35% - 5% = rentabilidad del IBEX - rentabilidad de la letra del Tesoro) si
nuestra observación se limitase a ese año. Sin embargo, es obvio que los
inversores no pueden conocer a priori la rentabilidad de los activos en los que
van a invertir; por tanto, se deben guiar por las previsiones a la hora de
tomar las decisiones. Eso indicaría que la prima de riesgo "a priori"
sería del 5% (10% - 5%), mucho más coherente con el comportamiento normal de
las dos clases de activo. En cualquier caso, y a falta de un método mejor, la
serie histórica aderezada con las modificaciones del analista en cuestión
(¿quién dijo que el análisis no es un arte?) cumple con su cometido de darnos
una estimación de la prima de riesgo de mercado. A principios de 1999, el
consenso apunta a una prima de entre 3.5%-5%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario