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viernes, 2 de noviembre de 2012

Cash flow disponible para el accionista =



Beneficio neto 
+ Amortización 
- Incremento de activo fijo 
- Incremento de activo circulante neto 
- Incremento de deuda 
Ahora que sabemos qué flujos vamos a descontar, debemos averiguar a qué tipo vamos a descontarlos.

Ya cuando describimos el impacto de los tipos de interés en la cotización bursátil, vimos a través de un ejemplo como una mínima variación en aquellos podía tener un impacto brutal en ésta. Es por esta magnificación del efecto por la cual la determinación de la tasa de descuento es siempre el elemento más peliagudo de un análisis macroeconómico. Dada la variedad de hipótesis que puede considerar, el analista debe contentarse con acotar un intervalo plausible y suficientemente pequeño. Para ello, tendrá en cuenta las reflexiones que siguen.
Del análisis general de los métodos de descuentos de flujos sabemos que, si invertimos en un activo libre de riesgo (prestamos al Estado, por ejemplo), vamos a pedir un retorno que nos compense por la inflación y por el coste de oportunidad en el que incurrimos al renunciar a la disponibilidad de la cantidad a invertir. Ahora bien, invertir en una acción supone asumir un mayor o menor grado de incertidumbre sobre los flujos futuros a recibir. Mientras que un Bono del Estado nos va a dar un cupón predefinido e igual cada año y después de un periodo también predefinido nos devolverá el principal (la cantidad invertida inicialmente), los cash flows de una empresa variarán en el futuro según sea el escenario macroeconómico, la situación del sector en el que se mueva la empresa, la calidad de la gestión, etc. Por lo tanto, vamos a pedir un "plus de peligrosidad" además de la rentabilidad que podemos obtener invirtiendo en un instrumento libre de riesgo.

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