Schroeder
[1992] plantea
que el costo de calidad es el costo de no satisfacer los requerimientos del
cliente, de hacer las cosas mal y se puede dividir en dos componentes
fundamentales: costos de control y costos de fallos. El costo total puede
expresarse como la suma de estos últimos.
Costos
de control:
Están referidos a las actividades que eliminan defectos en el tren de
producción. Este puede hacerse en dos formas mediante la prevención y la
evaluación.
Costos
de fallos:
Son los costos en que se incurre ya sea durante el proceso de producción
(internos) o después que el producto se embarca (externos).
Alexander
[1994] define
los costos de la mala calidad como una medida de los costos específicamente
asociados con el cumplimiento o no de la calidad del producto, incluyendo los
requerimientos establecidos de la empresa con sus clientes. Los divide en
cuatro categorías fundamentales.
Costos
de prevención:
Son los costos de todas las actividades especialmente diseñadas para evitar que
se cometan errores.
Costos
de evaluación:
Son los costos asociados con la medición, con la evaluación de los productos
para asegurarse la conformidad con los estándares de calidad y requerimientos
de desempeño.
Costos
de fallas internas:
Son los que tiene la empresa relacionados con los errores detectados antes de
que la producción llegue al cliente.
Costos
de fallas externas:
Son aquellos en que incurre el productor porque al cliente se le suministran
productos inaceptables.
Cuatrecasas
[1999] &
Gutiérrez [1996] coinciden que con relación a los costos globales o totales
de calidad hay que diferenciar claramente dos tipos: costos de calidad y costos
de no calidad. Los costos de calidad se pueden considerar como costos
producidos por la obtención de la calidad y se dividen en prevención y
evaluación. Por otra parte los costos de no calidad son derivados de la falta o
ausencia de calidad, de la no conformidad, no cumplimiento de las necesidades
de los clientes o, simplemente, de no alcanzar los niveles de calidad
requeridos y se clasifican en fallas internas y externas.
Según Juran & Gryna [1998] al seguir su
enfoque de costo de la baja calidad, definen este término como la suma de los
costos internos o externos. Plantean que la mayoría de las compañías resumen
estos costos en cuatro grandes categorías
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