Berry
[1996]
plantea que el proceso de mejoramiento de la calidad puede proporcionar una
ventaja competitiva sostenible y de proporciones significativas. Algunos de los
beneficios que pueden lograrse son los siguientes:
·
Mayor rentabilidad.
·
Mayor retención de clientes.
·
Menos quejas y reclamos de garantía por parte
del cliente.
·
Reducción de costos, gracias a una menor
cantidad de pérdidas, duplicación de trabajos, etc.
·
Mayor participación en el mercado.
·
Mayor compromiso, satisfacción de los
empleados y menor rotación.
·
Mayor capacidad para atraer nuevos clientes.
Gutiérrez
[1996]
sintetiza que mejorar la calidad trae importantes beneficios ya que se reducen
los errores, retrasos, desperdicios, el número de artículos defectuosos, las
devoluciones, visitas de garantía, las quejas de los clientes, etc.
Tener
menos deficiencias reduce los costos, libera recursos materiales y humanos que
se pueden destinar a elaborar otros productos, resolver problemas de calidad,
en resumen; proporcionar un mejor producto o servicio al
cliente con lo que se incrementa la productividad y la satisfacción
en los trabajadores, permitiéndole a las empresas ser más competitivas, ofrecer
menores precios y tiempos de entregas más cortos.
Los
beneficios obtenidos se traducen en mayores utilidades, favoreciendo las inversiones
y reparticiones de dividendos; a su vez aumenta el prestigio de estas y la imagen
de la marca.
Una
razón estratégica importante que genera información para facilitar el proceso
de mejoramiento continuo son los costos de calidad, la reducción de estos
aumenta la competitividad de cualquier empresa por la vía de una plena
satisfacción de las necesidades de los clientes mediante un aumento de la
calidad, y una utilización más eficiente y eficaz de los recursos de todo tipo.
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