4. La TIR relaciona
directamente a las Empresas que tienen por objetivo la maximización de sus
utilidades, pues compara directamente el costo con el rendimiento. Es adecuado
en particular para las administraciones que aplican el criterio rendimiento -
aceptación y es fácilmente comparable con el costo de los recursos que se
acostumbra expresarlo en términos de porcentaje. Se puede comparar con
facilidad con el costo de los recursos derivados externamente y expresados en
porcentajes, como pueden ser las tasas de interés que se pagan por los bonos de
la empresa. A veces facilita la comunicación con quienes toman las decisiones.
Encuentra su mejor aplicación cuando no hay que preocuparse específicamente por
el tamaño absoluto del proyecto ni por los desembolsos que siguen a la
inversión original.
5. La Tasa de
Rendimiento Promedio (TRP) es conveniente aplicarla en aquellas situaciones en
que la empresa busca una utilidad que se aproxime a cierto promedio anual, a
pesar de que no es muy efectiva debido a que ignora la duración del proyecto,
el efectivo que genera la depreciación, el valor del dinero en el tiempo y la
ocurrencia de los flujos.
6. El criterio BC es difícil relacionar directamente
con la maximización de utilidades, pues no expresa en forma directa la relación
costo/rendimiento ni el valor actual. Es más apropiado cuando las empresas
buscan una indicación relativa del monto de los beneficios que se reciben por $
de costo. Es también adecuado cuando se quiere evaluar el efecto de las salidas
de efectivo que siguen al desembolso original y cuando la administración desea
ordenar los proyectos según su rango relativo.
7. El criterio del período de recuperación es
difícil de relacionar con algún objetivo particular de la empresa; pero es más
apropiado cuando la empresa da importancia primordial a su liquidez y a la
aceleración a corto plazo de sus ingresos.
Como
se puede ver ninguno de los criterios se puede aplicar todo el tiempo y a todas
las situaciones. De hecho, es probable que se tenga que aplicar más de uno para
evaluar un conjunto cualquiera de proyectos. A manera de resumen se puede decir
que los criterios que se basan en el valor actual (FED, VAN, BC, VT) se adaptan
a las empresas que tienen como fin maximizar el patrimonio, mientras que los
que se basan en el rendimiento (TIR, TRP) se adaptan mejor cuando el objetivo
es la maximización de utilidades. Se considera que los dos criterios de
evaluación más sofisticados son el VAN y la TIR y entre estos consideran que el VAN es
superior en todos los casos a la
TIR. Por tanto estos dos criterios como los demás expuestos
anteriormente, más que ser sustitutivos entre si son complementarios, ya que en
muchos casos miden diferentes aspectos de la inversión y se relacionan con
objetivos distintos de la empresa que emprende los proyectos.
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