5. Valor terminal (VT): separa con más claridad las entradas y salidas de efectivo y se basa, en la suposición de que cada ingreso se reinvierte en un nuevo activo, desde el momento en que se recibe hasta la terminación del proyecto, a la tasa de rendimiento que impere. Esto indicaría a donde van los flujos después de recibidos. La suma total de los ingresos se descuenta luego de nuevo a la tasa k y se compara con el valor actual de las salidas. Si el VA de la suma de los flujos reinvertidos (VAIN), es mayor que el VA de las salidas (VASA), el proyecto se debe aceptar. La ventaja del método VT, es que permite conocer cómo se reinvierten los flujos de efectivo, una vez que se reciban y evita cualquier influencia del costo de capital en la serie de los flujos. La dificultad radica, en saber cuáles serán en el futuro, las tasas de rendimiento.
6. Tasa de rendimiento promedio (TRP): Es una forma de expresar con base anual, la utilidad neta que se obtiene de la inversión promedio. La idea es encontrar un rendimiento, expresado como porcentaje, que se pueda comparar con el costo de capital. La forma de determinarla sería :
Donde:
UNP = utilidad promedio anual neta (después de impuestos)
(A + S)/2 = inversión promedio
A = desembolso original
S = valor de desecho
El proyecto debe aceptarse si la TRP es mayor que el costo de
capital k y debe rechazarse, si es menor. Aunque la TRP es relativamente fácil de
calcular y de comparar con el costo de capital, presenta varios inconvenientes
como por ejemplo, ignora el valor del dinero en el tiempo, no toma en cuenta la
componente tiempo en los ingresos, pasa por alto la duración del proyecto y no
considera la depreciación (reembolso de capital) como parte de las entradas.
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