Costos
de prevención:
En estos se incurre al mantener los costos de valoración y de fallos en un
mínimo.
Costos
de valoración:
Son los costos en que se incurre para determinar el grado de conformidad con
las exigencias de calidad.
Costos
por fallos internos:
Estos son los costos asociados con defectos que se encuentran antes de que el
producto llegue a manos del cliente. Son costos que desaparecen si el producto
no presenta ningún defecto antes del embarque.
Costos
por fallos externos:
Estos costos están asociados con defectos que se encuentran después que el
producto es enviado al cliente. Los mismos desaparecerían si no hubiera ningún
defecto.
Domínguez & Garbey [2002] en
sus artículos sobre costos de calidad plantean que son aquellos incurridos para
determinar si la producción es aceptable, es decir la inversión
que se hace para verificar el nivel de calidad del producto y la realizada para
prevenir o corregir la ocurrencia de la no calidad. Pero a estos se les suma
cualquier otro costo en que incurre la empresa y el cliente porque la
producción no cumplió las especificaciones. Estos costos pueden clasificarse en
cuatro grandes categorías: prevención, evaluación, fallas internas y fallas
externas. Los costos totales de la calidad se definen como la suma de las
cuatro grandes categorías descritas anteriormente.
Como
se puede apreciar, independientemente de los nombres que adoptan los diferentes
autores para denominar los costos que permiten evaluar la calidad (costos de
mala calidad, costos de baja calidad, costos derivados del nivel de calidad,
costos de calidad y de no calidad) todos los enfoques coinciden, de forma
general, en la definición de las categorías (costos de prevención, costos de
evaluación, costos de fallas internas y costos de fallas externas) aunque
algunos unan alguna de ellas en una sola, como es el caso de costos de fallas.
En
cuanto a los elementos de cada categoría no hay un consenso entre estos autores
acerca de cuáles deben ser asignables a cada organización, aunque en muchos
casos se pudieran considerar semejantes; estos deben ser incrementados o
reducidos en dependencia de las características de la empresa.
Lo
lógico es que cada empresa debe identificar en cuáles gastos está incurriendo,
que sean descritos acorde con las actividades que se realizan y usando su
terminología para identificarlos con el objetivo de cuantificarlos fácilmente,
para evitar la complejidad de los cálculos y para que reflejen realmente el
resultado a seguir, el establecimiento de objetivos de mejoras.
En
el anexo 1 se muestra una lista, por este autor, de los elementos a
considerar por cada categoría de costos con sus respectivas definiciones,
después de un análisis minucioso de todos los criterios encontrados en la bibliografía, para
facilitar el desarrollo de la investigación. En este trabajo se toma como guía
el enfoque de costos de calidad y como ya se expuso contempla las categorías
de: costos de prevención, costos de evaluación, costos de fallas internas y
costos de fallas externas.
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