Aunque muchos establecimientos detallistas pertenecen a
propietarios independientes, una cifra mayor está actuando de forma conjunta
con otros distribuidores. Los cinco tipos de distribución compartida son: las
cadenas con sucursales, las cadenas voluntarias y cooperativas
de detallistas, las cooperativas de consumidores, las franquicias
y los conglomerados de ventas.
La cadena de establecimiento: Es una de las formas más
importantes de distribución de este siglo, está constituida por dos o más
puntos de venta que centralizan sus compras y venden líneas de productos
similares. La cadena de sucursales aparece en todos los tipos de venta al por
menor, pero con mayor presencia en grandes almacenes, tiendas de variedad,
almacenes de alimentos, de zapatos y de ropa femenina.
Cadenas voluntarias y cooperativas de detallistas: La
creciente competencia de las cadenas de sucursales ha hecho que los
distribuidores independientes se asocien de dos formas distintas. Una de ellas
es la cadena voluntaria, que consiste en la asociación de un grupo de
comerciantes que conservan su independencia
pero que actúan bajo una determinada denominación y se aprovechan de los
precios derivados de compras masivas y de un merchandising
común.
Las otras formas son las cooperativas de detallistas, que
consisten en distribuidores independientes que crean una organización central
de compras y realizan conjuntamente esfuerzos de promoción.
Cooperativas de consumidores: Una cooperativa
de consumidores es cualquier empresa distribuidora poseída por sus mismos
clientes.
Franquicia: Una empresa de franquicia
es una asociación contractual entre un franquiciador (un fabricante, mayorista
o empresa de servicio) y un franquiciado (persona de negocio independiente que
compra el derecho a poseer y a operar con una o más unidades del sistema de
franquicia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario